Un día de Jueves Santo, como la Úrsula Iguarán de su novela Cien años de soledad, muere uno de escritores más representativos de la literatura en lengua española en el siglo XX. Nacido en Aracataca (Colombia) en 1928, con estudios de Derecho en la Universidad Nacional de Colombia, se dedicó desde su juventud al periodismo: fue columnista en El Heraldo, reportero y enviado especial de El Espectador y corresponsal de la agencia de noticias , entre otros. Publicó en 1947 su primer cuento en El Espectador, y desde ese momento su obra narrativa irá dándose a conocer progresivamente. En 1955 se edita La hojarasca, nombre con el que su abuela doña Tranquilina Iguarán designaba a las gente de aluvión que habían aparecido en su pueblo cuando la compañía bananera se instaló allí. Le siguen obras inolvidables como El coronel no tiene quien le escriba (1958) o La mala hora (1961). Su reconocimiento internacional le llegará con la publicación de Cien años de soledad (1967). Seguirán El otoño del patriarca (1975) o Crónica de una muerte anunciada, entre otras. En 1982 recibió el Premio Nobel de Literatura.
Son muchas las publicaciones y comentarios que suscita su figura estos días. En el año 1983 visitó Santiago, porque quería conocer la tierra de sus antepasados, pues decía que sus abuelos eran descendientes de gallegos. Puedes leer el artículo que La Voz de Galicia ha dedicado a esta visita.
https://www.youtube.com/watch?v=npcSfoLvpEI
García Márquez en su visita a Santiago en 1983
ACRÓBATAS DAS LETRAS 