Hace unas pocas semanas mis compañeros del IES Rosalía de Castro y yo pudimos disfrutar de un coloquio con la escritora Clara Usón, que nos presentaba su último libro, Valor. Fue una gran experiencia en la que todos descubrimos nuevas técnicas de escritura y las razones que la llevaron a escribirlo. Sin embargo, esa visita despertó en mí unas ganas incontenibles de leer otra de sus novelas, La hija del este. Antes de la llegada de la escritora, nuestra profesora de literatura nos explicó aspectos de su carrera y de otros de sus libros. Cuando nos habló de esta novela, no pude evitar pensar que necesitaba leerla, puesto que siempre me han gustado las novelas históricas y aquellas que tienen aspectos innovadores en su forma de escribir. Tengo que decir que no me ha defraudado en absoluto, es una fantástica historia que se transmite de una forma que nos atrapa y nos traslada a escenarios tan diversos como una asediada Sarajevo o el Moscú de los años noventa.
Algo que me ha gustado mucho es cómo se llegan a entrelazar las dos historias que conviven en el libro. La trama principal se centra en los últimos meses de la vida de Ana Mladic, antes de su inesperado suicidio. Desde la propia perspectiva de la protagonista, asistimos a su viaje de estudios a Moscú y cómo parece que allí descubrió aspectos oscuros sobre su padre que ella se negaba a creer pero que serán el detonante de su trágico final. Ana observa que casi todos sus amigos la detestan y que solo están con ella por miedo a su padre. Además se hace amiga de un ruso y debido a esta relación va a escuchar unas grabaciones de su padre durante la guerra de Bosnia que la llegarán a perturbar seriamente. A partir de ese momento y tras su llegada a Belgrado todo cambió. Ana ya no podía ver a su padre con los mismos ojos y empezó a sentir asco hacia sí misma; se sumió en una profunda depresión. Lo que más la atormentaba era el hecho de pensar que ella ayudó a bombardear a civiles inocentes una mañana de su cumpleaños junto a su padre. Otro suceso muy trascendental en su cambio de actitud fue la muerte de Dragan, su exnovio, en la guerra. Ratko Mladic le había dicho que él fue al frente como voluntario pero Ana descubrirá que en realidad Dragan fue a la guerra a morir obligado por su padre. Todos estos sucesos van a acabar con una joven de 23 años que vivía engañada y que solo soñaba con ser un orgullo para su adorado padre.
La otra parte de la trama comienza siendo unos capítulos intermedios llamados “Galería de héroes”, que explican la procedencia y aspectos sobre los sangrientos dirigentes de las guerras de Croacia y Bosnia. Desde mi punto de vista estos son los mejores capítulos. Clara Usón nos hace conocer en profundidad una parte importante de la historia europea de una forma amena y muy interesante. Me ha encantado cómo hacia la mitad de la novela descubrimos que estos capítulos son narrados desde la perspectiva de Danilo Papo; un joven medio judío y medio serbio que estará relacionado con Ana. Me atrapa su forma de contar los hechos y conocer lo que ocurre en ciudades como Pale durante esta sangrienta guerra. Algo que me ha sorprendido mucho está en el epílogo, que es narrado por Danilo. En él el personaje parece tener consciencia de que es un personaje y él mismo nos lo dice refiriéndose a la propia escritora.
Además de estos aspectos generales del libro, me gustaría destacar dos detalles que me encantaron. El primero es que se menciona un relato de Tolstoi, Después del baile, que Ana utilizará para intentar hacernos comprender su relación con su padre. Este cuento muestra cómo una hija no se puede casar con el hombre de sus sueños porque él se entera de que su padre es un militar sangriento y cruel. A pesar de eso, es un relato precioso y perfecto para relacionarlo con nuestra historia. El otro detalle del libro que me ha encantado es cuando nos habla de los bogomiles. El bogomilismo fue una comunidad gnóstica que estuvo alrededor del siglo X en Bosnia. La palabra “bogomil” significa ‘amado de Dios’ y de hecho ellos sí creían en Dios pero de una forma particular. Este capítulo es narrado por Danilo, de hecho descendiente de bogomiles. Lo destacable es que nos cuenta cómo su padre y él visitan cementerios bogomiles y podemos leer epitafios de las tumbas. Tengo que decir que todos ellos son maravillosos, de las mejores cosas del libro. Mi favorito es, “El Cielo existe sólo para que puedas arrojarte con más facilidad a la nada, creyendo que accedes a la eternidad”. Todos ellos son reflexiones muy profundas y es extraordinario ver como datan de años como el 1204.
La verdad es que recomiendo a todo el mundo que lea este libro. Es una novela apasionante y llena de cosas sorprendentes que nos hace conocer más sobre una guerra casi desconocida por generaciones como la mía. Además, está llena de alusiones literarias preciosas como las que ya he comentado o incluso Hamlet. Sin duda, de los mejores libros que he leído.
Adela Cebeiro Munín (Club de lectura de 1º de Bachillerato Internacional)